La Biblia nos deja claro que la victoria de un pueblo siempre se obtiene por medio de la oración y comunión con Dios. Precisamente la unión por parte de toda la iglesia cristiana de China, en pos de un poderoso mover de oración ha ocasionado un gran impacto.
A pesar que, el gobierno chino por muchos años ha tratado de erradicar a Dios y la fe de una u otra manera, no lo ha podido lograr, esto es gracias a la unión y constancia de un pueblo que ora fervientemente.
Tal es el caso de una pareja pastoral, que decidió iniciar un pequeño movimiento de oración, en el cual invitaron a varias iglesias para que se unieran por un clamor; sin embargo, lo que un principio se trataría de algo pequeño, más adelante se convirtió en un centro de avivamiento de oración nacional durante las 24 horas del día y los 7 días de la semana.
He aquí la evidencia del gran poder que tiene la oración y más cuando se hace en unidad, quizás en estos momentos se esté atravesando por una pandemia, que evita la concentración de personas en un lugar, pero cuando hay sed de orar, no existe límite alguno que le impida a los hijos de Dios el unirse en un mismo espíritu y levantar un clamor por su nación y el mundo entero.