El Día Mundial de la Prevención del Suicidio (DMPS), es celebrado cada 10 de septiembre, el mismo es organizado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP ) y avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En ese sentido, el objetivo general de esta conmemoración es poder crear conciencia acerca de la prevención del suicidio en todo el mundo. También se anima a las personas que están contemplando el suicidio o se ven afectadas por él a que compartan sus historias y busquen ayuda profesional.
Ahora bien, para cada celebración del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, se prepara una temática, para 2021 se titula: “Crear esperanza a través de la acción”. La misma busca reflejar la enorme necesidad de una acción colectiva en la que logre abordar este problema urgente de salud pública.
Curiosidades sobre la Prevención del Suicidio
- Más de 700.000 personas mueren por suicidio cada año, según la Organización Mundial de la Salud.
En otras palabras, esto quiere decir que cada 40 segundos, alguien en el mundo se quita la vida. Por consiguiente, esta es una estadística aleccionadora para reflexionar hoy, en el Día Mundial de Prevención del Suicidio de 2021.
- Las tasas de suicidio han ido aumentando durante años en algunas partes del mundo. Solo en Estados Unidos, las tasas de suicidio aumentaron en un 35% entre 1999 y 2018. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC) llaman al suicidio un «problema de salud pública creciente».
- Los expertos temen que los pensamientos suicidas puedan aumentar debido a las dificultades económicas y el estrés mental causado por otra crisis letal que enfrenta el mundo: el covid-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
- Un importante grupo de salud pública estimó el año pasado que hasta 75.000 estadounidenses podrían morir debido al uso indebido de drogas o alcohol y al suicidio relacionado con la pandemia.
Existen diversas formas en que cada uno de nosotros puede ayudar a prevenir el suicidio. Por ello, para hoy te presentamos una lista de cómo hacer tu parte preparada por Sandee LaMotte, para CNN. ¡Prevengamos el suicidio!
Reconocer las señales de angustia
Hay muchos factores de riesgo que pueden llevar a un aumento en los pensamientos sobre quitarse la vida. Es importante reconocer esto en ti mismo o en un ser querido, dicen los expertos, porque muchas personas no hablan de sus pensamientos suicidas con anticipación.
- ¿Hay antecedentes? Las personas que tienen un trastorno del estado de ánimo, ansiedad, consumo de alcohol u otras sustancias, una enfermedad física importante o un historial de trauma, abuso o suicidio en su familia tienen un mayor riesgo.
- ¿Hubo una pérdida? Según la Fundación Estadounidense para la Prevención del Suicidio, una muerte en la familia, la pérdida de un trabajo o la pérdida de una relación es un factor de riesgo de comportamiento suicida, especialmente si se sienten aislados o solos sin apoyo social.
- ¿Existe un sistema de creencias que honre el sacrificio personal? Según, Suicide Prevention Lifeline, las personas con actitudes religiosas o culturales que ven el suicidio como una resolución noble de un dilema personal corren un mayor riesgo
- ¿Pueden conseguir un arma? Investigaciones han demostrado que el fácil acceso a las armas de fuego también es un factor de riesgo clave.
- ¿Sobrevivió la persona a un intento de suicidio? Cualquier intento de suicidio previo es el factor de riesgo más importante, según la OMS. Pero, también hay un extraño fenómeno de «imitación» en el que los suicidios aumentan después de una serie de suicidios locales o las muertes de celebridades famosas se informan en los medios de comunicación.
Busca en las acciones
Recuerda, no todas las personas le dan a sus amigos y seres queridos pistas verbales sobre sus pensamientos suicidas. Por ello, es muy importante que tengas en cuenta tanto las acciones como las palabras para reconocer las señales de advertencia.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Mental, deberás tener mucho cuidado si tu ser querido:
- Aumenta su uso de alcohol o drogas o comienza a comportarse de manera imprudente, como conducir en estado de ebriedad o sin el cinturón de seguridad.
- Tiene cambios de ánimo extremos, desde la euforia hasta depresión profunda o parece agitado, expresa rabia o habla de buscar venganza.
- Duerme demasiado o muy poco o se retrae o se aísla de los demás.
- Parece tener un dolor psicológico insoportable o habla de no tener esperanzas o de ser una carga para sus amigos o familiares, o habla de sentirse atrapado o no tener motivos para vivir.
- Comienza a buscar en línea formas de suicidarse, como comprar un arma o obtener prescripciones médicas.
- Comienza a regalar posesiones preciadas o hace visitas o llamadas para despedirse.
- Debes asegúrate de controlar regularmente a tus seres queridos.