Así como nuestra vida física depende de un corazón sano, la vida espiritual depende de nuestros pensamientos, deseos y emociones. De modo que, es absolutamente necesario guardar tu corazón porque tu vida depende de él; además, así lo ha ordenado Dios.
En ese sentido, cuando Dios habla en la Biblia del corazón, no se refiere precisamente en la mayoría de los casos a ese músculo hueco y piramidal situado en tu cavidad torácica que se encarga de bombearle la sangre a todo tu cuerpo.
Por lo general Él usa esta palabra, para comunicar y enviar un mensaje con detalle especial a su tesoro más preciado: el ser humano. El corazón para Dios en estos textos, es el asiento de las actitudes, emociones y de la inteligencia. Por lo tanto, se refiere a la mente, los pensamientos, los sentimientos y al intelecto en general.
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida”, (Proverbios 4:23). Lo que significa que debes cuidar tus pensamientos, deseos y emociones. Todo lo bueno o malo que haces empieza en tu corazón”. Por lo tanto, es muy importante cuidarlo.
Sin embargo, esto no significa que debas aislar o reprimir todo lo que sientes. Sino que tendrás que filtrar todo lo que pasa a tu corazón, elegir las mejores influencias y actitudes, según la voluntad de Dios.
Asimismo, la Biblia nos dice que nuestros pensamientos a menudo determinan lo que llegamos a ser (Proverbios 23:7; 27:19). La mente del hombre refleja lo que realmente es, no sólo por sus acciones o palabras. De hecho, es por esta razón que Dios examina el corazón del hombre, no simplemente su apariencia externa y lo que aparenta ser delante de otras personas (1 Samuel 16:7).
Pero ¿De qué debes guardar tu corazón?
Ahora sabes que tienes que cuidar tu corazón de todo lo que te rodea e incluso lo que hay dentro de ti. Sin embargo, seguro te estarás preguntado exactamente de qué debes guardar tu corazón; pues aunque cueste creerlo muchas cosas en el mundo pueden atacar y contaminar tu corazón, haciéndolo débil y enfermo. ¡Presta atención a esto!
- Mentiras: muchas cosas tratan de engañarte para que nunca vivas en la libertad de la verdad de Jesús.
- Tentaciones: invitaciones al pecado, que incluso parecen buenas al principio.
- Crueldad: cuando alguien te hace daño o hiere a alguien que amas.
Aunque, es importante que más allá de conocer únicamente las cosas de las cuales debes guardar tu corazón, también debes estar al tanto de cómo vencer dichas situaciones y malas influencias. ¡He aquí la solución!
- Amor y perdón: para curar las heridas de tu corazón y ayudarte a reaccionar de la manera correcta.
- Dominio propio: que viene del placer de complacer a Dios más que al mundo.
- La verdad: que está escrita en la Biblia y revela todas las mentiras.
Sin duda, tu corazón necesita aprender a someterse a Dios. De hecho, cambiar tus pensamientos es una forma de adorarle (Romanos 12:1-2).
Por consiguiente, evitar el enojo, el orgullo y la tentación, también son elementos esenciales para guardar tu corazón. Al respecto, el apóstol Pablo nos instruye, «Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad» (Filipenses 4:8). De manera que, si permaneces en estas cosas, entonces te ayudará a construir un vallado de protección alrededor de tu corazón.
Finalmente, tu corazón será más fuerte y protegido si lo llenas con la palabra de Dios, la gratitud y los buenos pensamientos y deseos (Filipenses 4:6-8). ¡Cultiva todo aquello que es bueno y tu corazón estará siempre guardado!
