Una bicicleta, un cartel y un megáfono son las principales herramientas de un evangelista que anuncia la buena nueva del Evangelio en su ciudad, Cuiabá (MT), Brasil.
Wanderson Campos, quien se desempeña como contador, lleva dos años haciendo obra evangelística en las calles de la capital de Mato Grosso, luego de inspirarse en la historia de un hermano en la fe que usa una VW Kombi para viajar por el país predicando.
“Jesús vuelve”. ¿Estás preparado?, anuncia el cartel que Wanderson Campos pegó en su bicicleta. “La idea surgió después de que conocí, a través de internet, la obra de un hombre que viaja por todo Brasil en camioneta para predicar el Evangelio”, comentó el contable.
“Me inspiré y pensé que también podía hacer algo similar. Compré un buen megáfono, mandé a hacer el letrero, llené mi mochila con libros y folletos misioneros y salí a la calle”, explicó Campos.
Desde entonces, tres veces por semana el evangelista va a lugares concurridos de Cuiabá y circula anunciando el mensaje del Evangelio. Sus lugares favoritos son las paradas de autobús, los alrededores de la Universidad Federal de Mato Grosso (UFMT) y las plazas del centro.
“Los días de semana voy a estos lugares alrededor de las 5 de la tarde y a veces me quedo hasta las 8 de la noche. Los sábados dedico parte de la tarde a evangelizar con el megáfono”, explicó.
Mediante una entrevista concedida al portal Adventist News, el contable dice que no es fácil enfrentar las adversidades de la predicación del Evangelio en las calles: “Pasé por varias situaciones desagradables. ¡Las ofensas y los insultos son muy comunes! A veces incluso intentaron agredirme”.
Por otro lado, comentó que también ha notado los frutos de sus esfuerzos por alertar a la gente de que Jesús regresa: “Una pareja estaba en una cafetería cerca del lugar donde yo había elegido predicar ese día. Me di cuenta de que estaban prestando atención a lo que decía. Luego se acercaron y amablemente dejaron un bocadillo y un refresco junto a mi mochila. Cuando terminé mi charla, los busqué, les di las gracias y les dije que no había tomado un refresco en años. Empezamos a hablar y le dije que soy vegetariano y que soy parte de la Iglesia Adventista”, dijo Campos.
La historia de Stephen en la Biblia es la mayor fuente de inspiración para este evangelista: “Era un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo. Se enfrentó a la rebelión de la gente de la época. De la misma manera, trato de hablar con firmeza sobre el pecado que nos separa de Dios y la esperanza que hay en el regreso de Jesús”, puntualizó.
Al final, ni siquiera la pandemia le impidió predicar: “Al contrario. Me siento aún más ansioso por evangelizar. Noto cambios principalmente en mí desde que comencé el proyecto. En mi forma de hablar, estudiar la Biblia, memorizar versículos. Hago todo pensando en cómo adaptarme al evangelismo callejero”, concluyó.