La gracia de Dios es un concepto teológico que se refiere a la bondad y la misericordia divina que se manifiesta hacia los seres humanos. En tiempos difíciles, puede ser reconfortante para muchas personas confiar en la gracia de Dios para ayudarles a superar sus desafíos.
Esta puede manifestarse de muchas maneras, dependiendo de las creencias y perspectivas de cada individuo. Algunas personas pueden ver la gracia de Dios en forma de ayuda divina directa, mientras que otras pueden encontrarla en la ayuda y el apoyo de amigos y familiares.
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En cualquier caso, confiar en la gracia de Dios puede ser una fuente de fortaleza y consuelo en momentos difíciles. Puede ayudar a las personas a encontrar la fuerza para seguir adelante y superar sus desafíos con paciencia y perseverancia.
Es importante tener en cuenta que, la gracia de Dios no significa que los tiempos difíciles desaparecerán de repente, sino que Dios puede proporcionar la fuerza y el apoyo necesarios para sobrellevar esos momentos.
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En ocasiones su gracia se puede manifestar, cuando somos fuente de enseñanza para otros o somos mensajeros de la palabra viva y sabia. De seguro, has escuchado el testimonio de muchos pastores, que han contado como era tener una vida intima totalmente en caos, pero, a la hora de predicar eran ungidos en la gracia de Dios.
Cuando la gracia se manifiesta de esta forma, suele ser difícil entender porque se puede mantener el don de predicar, servir, convertir a incrédulos y presenciar milagros, si la realidad es una vida distinta al llegar a casa, aun persisten los problema de matrimonio, dinero, los chicos, entre otros.
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De cierto modo, Dios sigue estando contigo, el hecho de que tu vida sea un caos o estés pasando un proceso, no quiere decir que su gracia se haya apartado de ti, al contrario, el seguirte ungiendo para predicar y para ser mensajero de su palabra es muestra suficiente de que Él se esta encargando de ti mientras tu te encargas e sus negocios.
Jesús aun era muy joven cundo lo dijo: en Lucas 2:49 «Entonces él les dice: ¿Qué hay? ¿Por qué me buscabais? No sabíais que en los negocios que son de mi Padre me conviene estar». También, nos enseñó a buscarle de primero «Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas». Mateo 6:33.
Esta reflexión es para que medites en la palabra y sus promesas, puesto que, muchas veces en tribulación no podemos ver ni su poder ni su misericordia pero están, y debes creerlo con todo tu corazón; porque si Él a pesar de todas tus imperfecciones y faltas te sigue eligiendo para bendecir a otro y servirle, quiere decir que lo que hará con tu vida será maravilloso y la tormenta pasará, siendo tuya la victoria en Jesús.
