El pan de melón, es de origen oriental y se puede consumir como postre, combinado con ingredientes dulces y salados. Hoy te enseñaremos cómo prepararlo.
Según la Revista Mejor con Salud, el pan de melón cuenta con increíbles características organolépticas que seguro que te sorprenden. Se utiliza fundamentalmente como postre, a pesar de no ser demasiado dulce.
Un dato curioso es el origen de su nombre, el cual lo obtiene por el parecido con la fruta, no porque la incluya entre sus ingredientes. Además, es muy importante tomar en cuenta que se debe moderar su consumo, porque se trata de un alimento con azúcares añadidos que podría no ser apto para personas diabéticas.
Ahora bien, ha llegado el momento de indicarte los ingredientes que vas a necesitar para preparar esta deliciosa receta.
Ingredientes para el pan de melón:
Pero antes debes saber que, estos ingredientes se dividen en dos grupos. En primer lugar, están aquellos necesarios para la masa:
- 1 huevo.
- 2 gramos de sal.
- 50 mililitros de agua.
- 25 gramos de maicena.
- 30 gramos de mantequilla.
- 50 mililitros de leche entera.
- 40 gramos de azúcar blanco.
- 10 gramos de levadura fresca.
- 250 gramos de harina de trigo.
Por otra parte, hay que preparar también los ingredientes para la masa de galleta que se encuentra en la parte exterior del bollo:
- 1 huevo.
- 60 gramos de azúcar en polvo.
- 60 gramos de mantequilla sin sal.
- 50 gramos de azúcar para la cobertura.
- 1/2 cucharadita de polvo para hornear.
- 200 gramos de harina especial para repostería.
Después de conocer todos los ingredientes necesarios pasaremos a la acción.
Preparación de la masa del bollo:
Primero se mezclan en un bol la harina, la sal, el azúcar y la maicena, es decir, los ingredientes secos. Se remueve todo hasta conseguir que los elementos se hayan integrado correctamente.
En paralelo, se bate el huevo, añadiendo la leche cuando está listo, junto con la levadura disuelta en agua tibia. Se vuelve a batir todo para que los ingredientes se integren.
Ahora ha llegado el momento de mezclar los ingredientes secos con los líquidos, utilizando el bol para trabajar la masa. Se remueve con la ayuda de una cuchara hasta que se obtiene la consistencia necesaria para trabajar la masa con las manos.
En este punto se espolvorea harina sobre una superficie de trabajo y se sigue amasando, incorporando algo más de harina durante el proceso si fuera necesario. El objetivo es conseguir un resultado elástico, pero no pegajoso.
Una vez llegados a este punto se realiza un hueco en el centro de la masa y se introduce la mantequilla sin sal a temperatura ambiente. Se vuelve a trabajar con las manos para conseguir que este elemento se integre correctamente, alcanzando una textura homogénea.
Por último, se deja reposar toda la masa en el interior de un bol tapado con papel film o con un paño de cocina. Es importante que se encuentre en un lugar seco y cálido, para que así consiga doblar su tamaño. Necesitará al menos un par de horas para ello.
Preparación de la masa de galleta:
Cuando la masa del bollo haya reposado una hora y media, se puede proceder a la elaboración de la galleta que se encontrará en la parte superficial del mismo. Para ello es necesario introducir los ingredientes en un bol, mezclándolos con una cuchara hasta alcanzar una textura homogénea.
Una vez que esté lista la masa se divide en unas 10 porciones iguales, elaborando una bola pequeña con cada una y aplastándolas para otorgarles forma de galleta. Se colocan las 10 sobre una bandeja que se cubre con papel film para que reposen unos minutos.
Y de esta manera, hemos llegado al momento de montar el pan de melón.Para ello se divide la masa principal en 10 partes iguales. Se hacen bolas que se envolverán con la masa de galleta previamente estirada. Cada una de estas bolas se pasará por un plato con azúcar, haciendo un corte en la parte superior para dejar marcas de cuadrados.
Se colocan las bolas en una bandeja apta para horno y se introducen en el aparato ya precalentado, a 190 grados centígrados. Con una cocción de 15 minutos bastará para que la superficie quede crujiente. Una vez que los panes salen del horno se dejan enfriar, cubiertos con un paño. Y ya estarán listos.
Recuerda: debes ser paciente durante el amasado, ya que trabajar bien la masa hasta lograr una textura adecuada será clave.