Cuando una persona se siente abrumada por las dificultades de la vida, puede encontrar alivio y apoyo al confiar en Jesús y buscar su ayuda a través de la oración y la fe. Jesús puede ofrecer la fuerza y la guía necesarias para superar los desafíos y encontrar la paz y la tranquilidad en momentos de sufrimiento.
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Para muchos cristianos, la confianza en Jesús es una fuente de esperanza y consuelo que les permite enfrentar las pruebas y tribulaciones de la vida con una actitud positiva y una perspectiva espiritual.
Aunque en muchos casos, resulte muy difícil seguir adelante, pero, es justo en esos momentos en los que se cree que ya no se puede más es cuando Jesús esta esperando por nosotros.
En su palabra Dios nos da aliento y sosiego en nuestras efluxiones lo podemos ver en Jeremías 29:11 que dice: «Porque yo sé muy bien los planes que tengo para vosotros, dice Jehová, planes de prosperidad y no de desgracia, para daros porvenir y esperanza.
Para mantén la esperanza, tienes que mantener la fe para no rendirte y seguir confiando en Dios, es importante que te aferres a él en medio de los problemas. En lugar de dejar que sus dolores o temores lo dominen y endurezcan su corazón, acérquese más a Dios y ponga sus cargas delante de Él.
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Recuerda que sirves a un Dios todopoderoso que te ama y se preocupa por ti. Nada de lo que te suceda sorprenderá a Dios, y puedes estar seguro de que Él tiene el control. No dudes del poder del Señor; así lo dice en su palabra en Job 12:10 «en su mano está la vida de todo ser viviente, y el aliento de toda carne de hombre».
Pero, por si quieres rendirte, porque no sientes un motivo para continuar, te dejo esta palabra: 2 Timoteo 1:7 «Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de inteligencia». Dios no esta listo para ver tu caída, Dios esta siempre listo para socorrerte y ayudarte a levantarte, sabe lo que necesitas y lo mas maravilloso de todo es que quiere dártelo; esa solución, milagro o promesa Dios la cumplirá.
¡Descansa, ha sido largo el camino! Recuerda: «Si ya no puedes más es hora de confiar en Jesús».
