Hoy te daremos algunos tips para evitar los malos entendidos al comunicarte. Desafortunadamente cuando nos expresamos, a veces tenemos una idea en nuestra mente, pero la persona que está escuchando no la conoce y hablamos como si ya la conociera.
Sin duda, tenemos por costumbre comunicarnos desde nuestra experiencia, nuestro punto de vista. De allí que, tendemos a explicar las cosas como nosotros las entendemos y con nuestro vocabulario. A la vez, quien nos escucha lo hace desde su punto de vista, experiencia y situación.
Por ello, hoy te presentamos algunos tips que ayudarán a evitar los malos entendidos al comunicarnos. ¡Presta mucha atención!
Piensa bien lo que vas a decir
Si piensas muy bien antes de hablar y buscas un lenguaje claro, podrás evitar malos entendidos cuando te comunicas. La inteligencia nos lleva a pensar y analizar antes de expresarnos. Pero siempre será más sencilla la comunicación si evitas un lenguaje rebuscado, tratando de usar palabras que destaquen nuestro conocimiento. Trata en todo momento de ser sencillo, simple, directo y ve al punto.
«Si no lo puedes explicar de forma sencilla, es que no lo has entendido bien». Albert Einstein
Escucha bien
Se nos dieron dos oídos para escuchar y una boca para hablar, por tanto, hagamos el esfuerzo de escuchar atentamente antes de hablar. Usemos más esos dos oídos que nuestra boca y hagamos un balance. Por la prisa con la que vivimos tendemos a querer dar respuestas inmediatas. Evitemos eso para no tener malos entendidos al comunicarnos.
Concéntrate en el tema
Nuestra mente es capaz de pensar en muchas cosas a la vez. Si al hablar de algo estamos pensando en tres o cuatro cosas más, no vamos a poder evitar malos entendidos al comunicarnos. Es probable que hasta digamos algo sin sentido. Mezclaremos las ideas de nuestra mente con nuestras palabras.
Podemos evitar muchos malos entendidos si mejoramos nuestra manera de comunicarnos. Nos va a ayudar a mejorar todas nuestras relaciones y a trabajar de manera más efectiva. Debemos aprender a comunicarnos de manera clara y concisa sin demasiados adornos. No usemos palabras rebuscadas, y aprendamos a escuchar activamente. Así evitaremos los malos entendidos.